*Lic. Bernal Monge Pacheco
Recientemente se publicaron en la prensa varias noticias, relacionadas con la consignación de información falsa de los estados financieros de una reconocida cooperativa de ahorro y crédito, con lo cuál se oculto la realidad de la situación financiera, presentando resultados económicos que reflejan utilidades, cuándo en la realidad tenía millonarias pérdidas.
Esa situación, obligó a la Superintendencia General de Entidades Financieras a iniciar un proceso de intervención, con el propósito de proteger a los inversionistas.
Ante este hecho, no debemos perder de vista que esa, no es una práctica nueva, es necesario recordar los grandes escándalos financieros por falsa información de los Estados Financieros y Económicos, especialmente el Estado de Resultados y Balance de Situación, que se “destaparon” en los Estados Unidos, entre ellos con el conocido caso Enron.
La corporación Enron, en un plazo de 15 años, pasó de ser una pequeña empresa de gas en Texas, a convertirse, según la prestigiosa Revista Fortune, en el sétimo grupo empresarial de mayor valor en el mercado financiero de los Estados Unidos, en el año 2001.
No es fácil entender, cómo una empresa de esa magnitud llegó a desarrollar un conglomerado tan grande, aún más difícil es comprender, cómo fue posible ocultar deudas por sumas mayores a los -seiscientos millones de dólares en los Estados Financieros-.lo que trajo como consecuencia miles de trabajadores desempleados y defraudados, sin posibilidad de recuperar sus fondos de previsión social.
Por ese mismo efecto, miles de inversionistas, que confiaron en los Estados Financieros Auditados por la firma Arthur Andersen, perder sus ahorros, al pasar sus acciones de un peso récord de 84.65 dólares a cinco centavos de dólar a inicios del 2002.
Es claro que, para que se den esas situaciones, es necesario contar con la complacencia y participación de varias personas; por lo que es fundamental que en los departamentos de contabilidad, de auditoría interna y en las juntas directivas, se cuente con personas profesionales honestas y transparentes.
Por otra parte, es igualmente necesaria la contratación de auditores externos o Despachos de Auditores, competentes y con criterio independiente, debidamente inscritos y respaldados por el Colegio de Contadores Públicos,
Posterior al escándalo de Enron y otras empresas de los Estados Unidos, se han acumulado experiencias y establecido mecanismos para verificar la información en los Estados Financieros y Económicos, por lo que se pueden aplicar pruebas de auditoría para determinar la veracidad de la información consignada.
Vale aclarar, que el propósito de una auditoria a los Estados Financieros no es descubrir fraudes; no obstante, siempre existe la posibilidad de detectar cifras erróneas, como resultado de una acción de mala fe o deshonesta; ya que se pueden realizar operaciones planeadas para ocultar algún delito, situaciones de: omisión deliberada de registro de transacciones, falsificación de registros y documentos y el proporcionar al auditor información falsa.
Dentro de todo este panorama, se hace necesario disponer de un buen sistema de control interno que ayude a evitar que esas situaciones se presenten y que el auditor como respaldo realice un eficiente “Análisis de Riesgo”, el cuál se constituye en una herramienta muy importante en su trabajo y de las administraciones de las entidades.
En el caso específico del sector público, es de suma importancia y conveniente tener presente que en el inciso k) del Artículo 110, de la Ley de Administración Financiera, se establece como causa de responsabilidades administrativas “La aprobación o realización de asientos contables o estados financieros falsos”.
*CPA- Consultor Externo
